EL DESVIO NO LLEGÓ A UN KILÓMETRO CON RESPECTO A LA DEL AÑO PASADO, PERO LOS CHARCOS, LAS PIEDRAS Y LA LLUVIA CONSTITUYERON LA PUNTILLA DE UNA NOCHE QUE LUEGO FUE "NORMAL"; LOS QUE SUBIERON POR NUESTRA SEÑORA DE VALVANERA MOSTRARON SU DEVOCIÓN Y COMO TESTIMONIO SUS OFRENDAS DE AGRADECIMIENTO A LOS PIES DE LA IMAGEN. ENHORABUENA A TODOS Y MI ESPECIAL AGRADECIMIENTO A LA GUARDIA CIVIL, PRESENTES EN TODO EL RECORRIDO ESTOICOS, CALLADOS Y TRABAJANDO POR NUESTRA SEGURIDAD SIN IMPORTAR LAS INCLEMENCIAS, FIELES A SUS VALORES DE CUMPLIMIENTO DEL DEBER Y SERVICIO.
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Valvanerada con propina incluida
Un grupo de marchosos anduvo dos kilómetros de más al ser conducido, por error, por el Camino de Santiago
30.04.12 - 00:49 -
Un error de algún miembro de la organización ocasionó que muchos de los marchosos que peregrinaban hacia Valvanera cogieran una ruta equivocada, a la altura de Ventosa, concretamente el Camino de Santiago, con lo que añadieron a su caminata un par de kilómetros de más. Y lo hicieron por una calzada repleta de charcos, barro, subidas y bajadas. El director de la Valvanerada, José Antonio Álvarez de Eulate, pidió disculpas por ese error, que no fue intencionado, sino fruto del mal tiempo y de la precipitación de alguien, que iluminó la zona incorrecta y provocó el despiste.
Lo cierto es que fue una noche muy dura de agua y frío, que ocasionó algunas tensiones entre algunos miembros de Protección Civil, Cruz Roja y SOS-112, tanto en Nájera como en Baños de Río Tobía. Y es que la lluvia descargó con ganas entre Ventosa y Tricio, al paso de la marcha, lo que provocó algunas deserciones de caminantes, que llamaron a amigos o familiares para que les fueran a buscar, principalmente al área de Las Brujas, donde se repartía consomé, calentado por personal del Ayuntamiento de Nájera. Pasado el cruce de Arenzana de Abajo la lluvia amainó, pero entonces comenzó el descenso de las temperaturas, que llegaron a bajar hasta los cuatro grados centígrados.
En Baños de Río Tobía, con numerosos grupos que animaban a los caminantes, se sellaban los 'cartines' en una lonja, antes de iniciar al ascenso por la sierra alrededor de las dos y cuarto de la madrugada. Allí comenzó la parte más dura, y también la más arriesgada, ya que eran numerosas las piedras que se desprendían de las laderas y caían sobre la calzada.
Llegaron más de la mitad
Al igual que ocurrió el año pasado, a las cinco y veinte llegó e la línea de meta el primer participante, un joven, albañil, de Logroño, que no pudo evitar exclamar que dedicaba el esfuerzo a la patrona de La Rioja. A partir de ese momento, y casi a cuentagotas, fueron llegando a Valvanera los 778 participantes que completaron el recorrido, de los 1.574 que se habían inscrito.
Según confirmaba SOS-Rioja, fueron atendidas 130 personas, la mayoría por cura de ampollas y problemas musculares, existiendo también algún caso de hipotermia, debido estos últimos a las malas condiciones meteorológicas.
Valvanerada bajo el chaparrón
778 marchosos coronaron la cima del Monasterio de Valvanera, el 52% de los inscritos en la caminata
30.04.12 - 02:13 -
«Esto hay que venir y verlo, porque aquí se llora. Cuando ves a la gente, el esfuerzo que hace para llegar casi sin fuerzas, subiendo solo por el impulso de la cabeza y sin hacerle caso a los pies... se emociona en cuanto ven el monasterio. Y si unes a eso la motivación personal que lleva cada uno, que puede ser desde una promesa, una petición, y mil más en este mundo que cada uno llevamos dentro, las lágrimas se ven. Entre ellos y a los que nos contagian. Es emocionante y conmocionante. La gente se respeta, hay una gran camaradería, y así es como se llega a Valvanera».
José Antonio Álvarez de Eulate, director de la Valvanerada, resume así la experiencia que condujo ayer a 778 personas hasta el Monasterio de Valvanera. Coronó la 'cima' un 52% de las 1.497 que salieron desde Logroño la tarde anterior.
Ni la climatología adversa, ni las ampollas en los pies, ni los 63 kilómetros por recorrer detuvieron a los casi 800 riojanos que peregrinaron durante toda la noche a una temperatura de ocho grados en el trayecto y cuatro grados en destino, así como bajo un increíble aguacero que descargó con virulencia entre el Alto de San Antón y Tricio.
Las temperaturas bajas, sin embargo, evitaron a la vez la asistencia sanitaria masiva como en anteriores ediciones, registrándose en esta ocasión menos ampollas y alguna lipotimia, sin incidentes graves, según comunicó Cruz Roja al director de la marcha.
35 años de camino
Tres décadas y media de Valvanerada y la primera que se celebra con límite de tiempo en los controles para evitar la dispersión. «Antes había mucha gente que se quedaba en los pueblos, y eso nos limitaba mucho a los demás que estábamos a sus expensas, así como toda la organización, que no se movía hasta que no salía el último marchoso de allá. Ahora hemos limitado el tiempo del control para que no se quede en el pueblo más tiempo de lo necesario».
Aunque al ser el primer año y bajo el chaparrón que cayó sobre los caminantes, Álvarez de Eulate asegura que han sido «flexibles» con los tiempos.
Los primeros marchosos llegaban sobre las cuatro de la madrugada, de la mañana, aunque el grueso de los caminantes veía el monasterio al alba y, de los poco más de 800 que llegaron a Anguiano, alcanzaron la meta casi todos. «Quien llega a Anguiano, sube los 15 kilómetros restantes sí o sí».
El director afirma que cada vez hay más veteranos, «incluso hay algunos que llevan haciéndolo 29 años». Los novatos suelen rondar entre un 20% y un 30%, si bien Álvarez de Eulate recuerda que en las primeras valvaneradas, hace 35 años, la gente estaba mucho menos preparada. «Cuando empezábamos no había costumbre de prepararse físicamente, practicar deporte... Ahora sube gente muy preparada y llega bien a Valvanera».
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